Volver al índice de las unidadesMaria Vittoria Calvi, Nicelda Provoste
AMIGO VIAJERO - Claves de los ejercicios

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UNIDAD 10

Ejercicio 1

1. nació / acogió / vendió 2. llevaron / había desarrrollado / introdujeron 3. veía / fuera /divisaba /competía 4. acerquen 5. sigue / ha creado (creó) / pueda 6. quiera / deberá 7. murieron [han muerto] / murieron 8. tenga / atenderán 9. fuéramos / tuvimos 10. incluye

Ejercicio 3

Desde - entre - atrás - bajo - con - por - en - entre - hacia - arriba

Ejercicio 4

A través - a - en - por - bajo - aun - sino - a - hasta - después de - dónde - para

Ejercicio 5

de donde - Allí - por debajo de - por - por lo bajo - por encima de - ante

Ejercicio 8

Ci mise niente meno che tre giorni a percorrere il tragitto da Niza fino a Torino, ma quando finalmente arrivò nell'antica capitale dei Savoia, il 5 aprile 1888, Nietzsche rimase a bocca aperta e scrisse su quella città segreta e angolosa con un entusiasmo che presagiva la tempesta. Elogiò, ad esempio, l'aspetto marziale della città. Non si sbagliava. Fin dalle sue origini, Torino è stata una fortezza, prima, dei centurioni romani che tracciarono l'Augusta Taurinorum con assi ortogonali il cui decumano si adagia in pendenza allo scopo di canalizzare le abbondanti piogge; più tardi, come piazzaforte dei Longobardi e di quei vescovi guerrieri del medio evo che pregavano con il coltello ed attaccavano con la croce. Ma fu a partire dal secolo XV, ormai diventata sede del principato del Piemonte e corte ducale, che la città assunse la sua fisionomia matura. La pianta della città è un reticolo di impeccabile razionalità, segnata da palazzi, castelli, chiese, piazze scenografiche e parchi dove passeggiare con portamento augusto. Nietzsche forse non fu colpito da un aspetto molto singolare per il viaggiatore moderno: questa è una società silenziosa. Né nei cento caffè né in nessun altro luogo c'è baraonda musicale o televisiva, le moto sono poche, la gente è educata e premurosa, non ha ancora l'astuzia che finisce per sviluppare il turismo di massa. A Torino, che non si concede la prima volta, bisogna soprattutto tornare. Soltanto un buon assedio può fare arrendere questa fortezza.

Ejercicio 9

La Via dell'Argento
Fin dall'epoca romana, esiste un percorso tracciato tra montagne, valli e pianure che unisce il nord al sud della Spagna, lungo il quale, nella conca bassa del Guadalquivir, fiorì la prima grande cultura occidentale, sotto la mitica monarchia di Tartessos, alla fine dell'Età del Bronzo. Data la grande ricchezza mineraria, il sud della Spagna acquistò grande importanza come produttore di metalli.
Quando i romani, nella loro espansione commerciale e politica, invadono la Penisola Iberica nel 218 a. C., attribuiscono grande importanza alle strade, tali da coprire l'intero territorio, con la loro estensione di 29.000 chilometri, tra vie principali e secondarie. L'importanza strategica ed economica della Via dell'Argento è testimoniata dall'impulso che le diedero gli imperatori Tiberio, Traiano e Adriano; la strada collegava Gijón e Siviglia, passando per Astorga, León, Salamanca e Mérida, quasi interamente lungo l'attuale percorso della nazionale 630.
In definitiva, la strada e i ponti romani, alcuni dei quali notevoli, come quelli di Mérida e Alcántara, dal I al XIX secolo furono la pietra angolare su cui è stata costruita la nostra rete stradale, e le sole esistenti per tutto il Medioevo. Per questo, la Via dell'Argento corrisponde a uno degli itinerari più entusiasmanti che la geografia spagnola offra al viaggiatore interessato al patrimonio romano. Un percorso appassionante, ampio e variegato; un'immersione nella nostra storia, in un universo multiple, inesauribile e differente, con monumenti civili e religiosi, romani e moreschi, un fascio di sensazioni legate al patrimonio storico-culturale spagnolo.

Ejercicio 10

1. Valencia desafía a Barcelona, hasta ayer capital indiscutible de la España mediterránea y de la arquitectura de vanguardia. Y la desafía precisamente en este terreno, un reto combatido por urbanistas punteros y arquitectos de renombre mundial. La Generalitat valenciana, el poderoso y riquísimo gobierno regional, ha encargado a famosos arquitectos obras importantes y prestigiosas: a Ricardo Bofill el Palau de la Música (1987), a Sir Norman Foster el Palacio de Congresos (1998), mientras que la solar Ciudad de las Artes y las Ciencias lleva la firma de Santiago Calatrava. Quien, además de ser un arquitecto genial y también el hijo más ilustre de la ciudad, ha tendido uno de los puentes más elegantes de Europa encima del cauce seco del río Turia (1995). Barroco sobre un trazado medieval, caótico por las huellas árabes (los moros lo ocuparon durante cinco siglos), el centro de Valencia carece de perspectivas amplias. Al pasear por el entramado de callejuelas adoquinadas, la memoria histórica de la ciudad emerge a ratos, fragmentada como la catedral que se asoma a la única, amplia plaza del casco antiguo siempre invadido por el sol.

2. Descubrimos un rincón de España que tiene más sabor a sidra y Bretaña que a Andalucía. La orgullosa tierra que resistió a los moros vuelve con pujanza a la actualidad con sus altas costas accidentadas y con las atmósferas mágicas evocadas por las gaitas de José Angel Hevia. La geografía explica el clima de Asturias, con las montañas que hacen subir y enfriar el aire húmedo del mar, favoreciendo la lluvia y la historia. Porque ésta es la única franja de España que evitó la dominación árabe. Gracias a los relieves, defensa natural contra el enemigo, gracias al rey Pelayo que en el siglo VIII atrajo al ejército musulmán a un campo de batalla impracticable. "Asturias es España, lo demás es territorio conquistado", resumen con orgullo los habitantes de la región: un millón de hombres y mujeres que nunca tuvieron la vida fácil. Demasiado avara de recursos la madrepatria; sólo unos pocos campos de cultivo, alguna ballena para cazar, un puñado de minerales para extraer a cambio de grandes sacrificios. Por lo tanto gente condenada a marcharse: de 1835 a 1934 para América Latina, durante el franquismo para Francia y Alemania.

3. El autobús cruzaba una llanura desierta y raras aldeas adormecidas. Tras un tramo de camino por la colina con curvas cerradas que el conductor había afrontado con una desenvoltura que me había parecido excesiva, ahora corríamos disparados por enormes rectilíneos, tranquilos, en la silenciosa noche indiana. Tuve la impresión de que era un paisaje de palmerales y arrozales, pero la oscuridad era demasiado profunda para decirlo con seguridad y la luz de los faros atravesaba rápidamente la campiña sólo durante alguna sinuosidad del camino. Según mis cálculos Mangalore no debía de estar lejos, si el autobús había tardado el tiempo previsto por el horario del recorrido. En Mangalore me aguardaban dos soluciones: una espera de siete horas para el enlace con el autobús para Goa, o un día en el hotel y esperar el autobús del día siguiente.

4. Pocas veces el turista se avergüenza de ser turista. A lo sumo se avergüenza de no serlo bastante. Lamenta no haber visto lo que tenía que ver. La observación puede parecer banal tan sólo a quien nunca haya seguido a un grupo de señoras italianas empeñadas en un "viaje cultural"; la meticulosidad con que siguen las instrucciones de la guía se puede comparar con la de un administrador delegado de una multinacional, que se niega a pasar al punto sucesivo del orden del día si no ha completado el anterior.

© 2002 - Zanichelli editore - Bologna

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